En las tareas de mantenimiento de un automóvil hay muchos procesos en que es imprescindible la intervención de los profesionales. Sólo ellos tienen el conocimiento, la tecnología y el utillaje necesarios para diagnosticar y reparar cualquier problema mecánico Este proceso lo podemos llamar mantenimiento correctivo.

A pesar de ello, hay una serie de puntos que podemos controlar periódicamente sin necesidad de conocimientos específicos y de herramientas especiales. Con un control visual es suficiente para detectar un problema y lo que es más importante, prevenir posibles averías que pueden ahorrar mucho dinero. Es el mantenimiento preventivo.

A continuación enumeramos una serie de elementos muy fàciles de controlar:

• Uno de los puntos a controlar al menos una vez al mes es la presión de los neumáticos. Una presión incorrecta reducirá el rendimiento de los neumáticos, una menor estabilidad y un aumento del consumo de combustible. Se debe realizar con un manómetro calibrado y con los neumáticos en frio. Seguir las indicaciones del fabricante en cuanto los valores indicados en el libro de mantenimiento, en la etiqueta de la tapa de combustible ó en la puerta del conductor. No olvide revisar también el neumático de repuesto.

• Mire que el desgaste de los neumáticos sea uniforme tanto para el interior como el exterior. Si se detecta un desgaste anormal es posible que sea necesario una alineación de los ejes. Revisar los flancos de los neumáticos por si hay ampollas o cortes producidos por las aceras. Pueden ser peligrosos y habría que cambiarlos lo antes posible.

• Otro punto importante son los amortiguadores. Controlar que no goteen, lo que querría decir que han perdido eficacia. Una prueba sencilla para controlar su eficacia es hacer oscilar el vehículo con las manos arriba y abajo haciendo fuerza sobre una aleta ó lateralmente. El coche debe dejar de oscilar en el mismo momento que se deja de hacer fuerza. Si continúa oscilando es que hay que cambiar los amortiguadores.

• En un lugar oscuro poner el vehículo ante una pared para controlar las luces, tanto los de posición, como cortas, largas e intermitentes, y por la parte trasera, los de frenos y de niebla. En caso de detectar que una bombilla no funciona, acérquese al taller para cambiarla.

• Revise las escobillas limpiaparabrisas y compruebe que no dejen rayas o zonas sin limpiar. Es conveniente cambiar las escobillas una vez al año.

Hoy en día todos los automóviles disponen de indicadores luminosos que avisan de los niveles anormales de aceite y líquido del motor. A pesar de ello es conveniente entre revisiones comprobarlos y anticiparnos antes de que sean motivo de contratiempo.

• En un lugar plano y con el motor frío compruebe el nivel de aceite. Retire la varilla, límpiela con un paño y vuelva a insertarla hasta el fondo. Vuelva a sacarla y mire si el nivel está entre el máximo y el mínimo.

• Compruebe el nivel de los líquidos limpia cristales, refrigerante, dirección asistida y de frenos, y más si detecta que hay alguna fuga al encontrarse manchas debajo del motor después de dejarlo estacionado.

• Si la batería dispone de tapones revise el nivel de electrolito de la batería. No fume y tenga mucho cuidado, ya que desprende gases explosivos y el líquido es muy corrosivo. Si el nivel de algún vaso es bajo añada agua destilada (la misma que utiliza para la plancha).

Todos estos puntos son básicos para tener siempre a punto nuestro automóvil. Si usted encuentra alguna dificultad para controlarlos, acérquese a su taller. Tenga presente que en todos estos controles son TOTALMENTE GRATUITOS para nuestros clientes.